miércoles, 30 de noviembre de 2016

Sitges 2016 (y V) miércoles 12 y viernes 14 de octubre


En esta ocasión agrupo dos días distintos porque después de la maratón zombi me quedé finalmente también a dormir a pesar de que el miércoles sólo veía una película (es que saliendo a las 8 del cine...). Con nuevas visitas, decidimos ir al Q&A de Rob Zombie y Sheri Moon en lugar de pasar la tarde tranquilamente. Claro, que es Sitges sin estrés :P

El Questions and Answers fue breve pero estuvo bastante bien. Con una fase de preguntas del traductor y presentador (que hizo un buen trabajo) y otra de cuestiones del público. Sin spoilers de la última película hubo preguntas más acertadas que otras, donde el público a veces se enredaba en querer concretar demasiado y a veces preguntaba de manera tan genérica que no se podía contestar nada muy concreto. La pareja supo aguantar el tipo.


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Un grupo itinerante de feriantes es secuestrado antes de la noche de Halloween. En dicha fecha les someterán a una lucha por la supervivencia, dejándolos en un recinto donde se deberán enfrentar a una serie de maníacos que tratarán de matarles.

Primero lo bueno: musical y estéticamente es Rob Zombie en estado puro, con una calidad notable en esos apartados. Los personajes son carismáticos y exuberantes, aunque los protagonistas se queden un poco por debajo respecto al resto.

Ahora lo malo. La película me dejó un poco con la sensación de que estaba viendo otra película más de Rob Zombie, que no me aportaba nada nuevo. Esa sensación aumentó por culpa de algunos momentos concretos: hay secuencias que son poco consecuentes en favor de una resolución que haga avanzar la película por donde se la quiere llevar.


Después de volver a tiempo con el tren fantástico (que sale a la 1:30 y es directo destino Barcelona), pasé el jueves moqueando, probablemente porque la lluvia del miércoles me empapó un pie durante un buen rato; así que me estuve planteando seriamente a qué dedicar las dos sesiones que me faltaban por canjear. Finalmente decidí ir a una hora decente el viernes a ver dos películas seguidas que me llamaban la atención y dejar de lado las maratones del viernes o sábado.

Tunnel

Estaba en mi punto de mira porque era del director de A Hard Day; también me animó el hecho de que últimamente las películas coreanas que elegía ver me estaban gustando en general. Un hombre viaja en coche, con el pastel de cumpleaños de su hija en el asiento de atrás, cuando un derrumbamiento le deja atrapado en un túnel.

Aunque el protagonista indiscutible sea el hombre atrapado en el túnel, la película no sería tan redonda sin el resto del elenco. El director del rescate, por ejemplo, resulta ser de aquellos personajes que dan ganas de aplaudir; la representante política todo lo contrario; y el perro termina resultando de lo más entrañable.

Teniendo en cuenta la premisa, me resultó una película muy entretenida, con un ritmo muy bueno y que sabe mantener la tensión de manera eficiente. Para mi gusto podría haberse redondeado con un poco más de chicha en los distintos frentes que abre, pero aun sin eso funciona bien; ofreciendo, como digo, la tensión más típica de las películas de catástrofes salpicándola con un toque personal de humor y algunos tintes políticos.

Swiss Army Man

Llegué intrigado por el papel de Daniel Radcliffe y la breve sinopsis (ni siquiera sabía lo de las flatulencias) y salí realmente satisfecho, me había divertido mucho. Una mezcla de humor escatológico y surrealista (a mí me convenció sobre todo por la parte más absurda) se une a ciertas reflexiones sobre la soledad, la creación de historias y la imaginación.

Un joven está pensando en darse por vencido en su supervivencia en una isla desierta cuando la marea lleva hasta la orilla un cadáver. Con curiosidad descubre en él un nuevo entretenimiento, y su vida da un giro.

Hay una cosa concreta que me hubiera gustado que quedara más clara en la película, porque entendiéndola de una manera ganaría una dimensión extra y sin ella pues, no lo veo como algo negativo, pero sí desaprovechado. No quiero comentarlo por mi política de no hacer spoilers, pero quizá más adelante lo escriba. Tal vez sea cuestión de revisionarla.


Mientras volvía en tren a casa, contento por las películas que había visto pero triste porque se acababa para mí el festival, seguía dándole vueltas a la idea de regresar el sábado para ver una maratón nocturna. Afortunadamente el sentido común se impuso y después de la tarde de sábado que ya tenía ocupada pude descansar para recuperarme del breve resfriado.

¡Hasta el año que viene Festival de Sitges!

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