miércoles, 23 de noviembre de 2016

Sitges 2016 (IV) madrugada miércoles 12


He decidido separar las entradas para poder repartir más las películas y no saturar demasiado el blog. Después de lo comentado en Sitges 2016 (III) y un descanso no muy largo toca otra maratón, La nit + Zombi.

Seoul Station

Del mismo director de Train to Busan, Yeon Sang-ho, Seoul Station se inserta en la misma historia pero contada desde el punto de vista de varios supervivientes en Seoul, en los alrededores de la susodicha estación.

La impresión que tuve es que, después de haber visto Train to Busan, Seoul Station intenta profundizar más en algunos temas que trata la primera pero falla en su ejecución. Se me hizo muy lenta, algunas escenas son muy largas sin aportar demasiado y además la pasividad de algunos protagonistas se me hizo exasperante.

El mensaje, que pretende ser una crítica algo más voraz que la de Train to Busan pierde algo de fuelle debido sobre todo a esto. Aun así, el rechazo reflejado de unas partes de la sociedad a otras, el papel al que se ve forzada la protagonista y su apoteosis final pesan bastante e hicieron que en general me gustara; aunque piense que podría haberse resuelto mejor con menos minutos de metraje.


It stains the sand red

Sin duda, una película de zombis diferente. Lejos de las hordas de zombis en ciudades atestadas, esta película nos coloca en mitad del desierto y en plena huida de una pareja en una carretera desolada.

Pronto queda claro que el protagonismo lo tienen la mujer que huye y el zombi que le dará caza de manera inexorable. En clave de humor se explora la temática zombi con escenas y motivos originales alternando con otros más típicos del género.

Algunas escenas quizá sobran, pero en general queda una cinta muy entretenida con detalles bien buscados y que no deja la sensación de estar simplemente ante "otra peli de zombis más".


Miruthan

Miruthan es con diferencia la peor película que he visto en el festival. Pero de tan absurda, de tan pueril que es, gran parte del cine estuvimos riéndonos casi todo el rato. La verdad es que no sé si era la intención de los creadores, me temo que no, pero la mejor forma de acercarse a la película es con un distanciamiento irónico.

Una infección asola una localidad india, y un policía deberá luchar contra hordas de zombis y ayudar a un grupo de científicos a desarrollar una cura. Cuando antes he dicho pueril es exactamente eso, es una historia que podría haberse inventado un niño pequeño: un protagonista que lo puede todo, una chica a la que conquistar, personajes secundarios cómicos que solo están para burlarse de ellos,...

Y es que la mayoría de chistes son tremendamente infantiles y la lógica que sustenta la historia es muy fina la mayor parte del tiempo; cuando no está directamente rota, como en la absurda y larguísima escena final. Lo curioso es que la producción está bastante bien, y los momentos musicales se te meten en la cabeza... Pero lo dicho, no recomiendo intentar un visionado en serio.

Sí, en medio de la película hay un videoclip.

Attack of the Lederhosen Zombies

Cuando empezó esta película la energía ya estaba bastante por los suelos, y eso, unido al anuncio de que en la película aparecían ciervos zombi y que no se cumpliera, provocaron que no me gustara demasiado. 

Mientras unos chicos están grabando unos saltos de snowboard en los Alpes, un vertido tóxico infecta a un hombre y la epidemia se extiende en la única cabaña que hay cerca: un restaurante donde se congrega la gente de la zona. Los personajes fememinos, que podéis ver en el cartel de abajo, es seguramente lo mejor de la película, que se desarrolla como una serie de enfrentamientos más o menos graciosos entre los zombis y los protagonistas.

Tiene un tono bastante festivo pero para mi gusto le falta un punto más de regodeo en el humor o el gore. Porque le cuesta bastante arrancar y después el ritmo tiene algunos altibajos; a me resultó algo repetitiva, aunque a quien le gusten las películas del estilo puede disfrutarla. Aparte, esperaba un humor más absurdo por el tema de los ciervos, que aparecen, pero como algo anecdótico. Es lo que tienen las expectativas.

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