miércoles, 16 de noviembre de 2016

Sitges 2016 (III) martes 11 de octubre


Este día tocaba madrurgar para ir a ver una matinal, algo que como mínimo he hecho una vez en cada edición del festival aunque a mucha gente le parezca una locura. En esta ocasión, además de ser más llevadero por haber pasado la noche en Sitges, valió mucho la pena, porque fue para ver una de las películas que más me han gustado este año, aunque el día lo tuviera algo lleno (lo terminaré en la siguiente entrada).

The Handmaiden

Una chica acepta colaborar en el plan de un timador (conocido suyo): trabajar como criada de una mujer rica que vive sola para conseguir su herencia. Sin embargo, ambas se irán sintiendo atraídas al tiempo que se desvelan los secretos de la familia y la casa...

Una historia que se cuenta desde diferentes perspectivas y que queda perfectamente hilada en su conclusión, con detalles a lo largo de la misma que dejan constancia de que las escenas clave han sido pensadas al dedillo.

Visualmente es espectacular, con escenas muy bonitas y cargadas de fuerza (quien conozca al director ya sabe a lo que me refiero), y tanto los personajes como la trama están muy bien desarrollados. Se centra sobre todo en las dos protagonistas (lo que ya es destacable de por sí), pero el resto funcionan también muy bien. Sinceramente, una película a la que le veo muy pocos peros y muy entretenida.


Your Name (Kimi no na wa)

Quien haya seguido un poco mi blog ya habrá visto mi predilección por Makoto Shinkai desde que vi 5 cm por segundo. En un primer vistazo al programa del festival no la vi, y cuando me percaté de que la proyectaban corrí a canjear una de las sesiones de mi abono. La película es lo que me esperaba, y lo digo en el buen sentido.

Una chica de una localidad rural y un chico que vive Tokyo se dan cuenta de que ciertos días cuando duermen intercambian sus cuerpos. Poco a poco irán conociéndose y aprenderán a disfrutar del extraño suceso que les permite experimentar una vida distinta a la suya.

La trama se desenvuelve de manera ágil, narrando una bonita historia de amor a través del humor (marcadamente japonés) y de las diferencias entre dos estilos de vida muy distintos entre sí. El resto de puntos fuertes son la carga dramática (con énfasis en buscar la lágrima del espectador) y los tintes fantásticos.

Técnicamente, me encanta el uso que hace de los colores en todas sus obras, y esta película tiene paisajes maravillosos. La animación está muy cuidada también. Algo que no me acaba de gustar, aunque el apartado sonoro sea destacable, es la tendencia a incluir temas vocales, más que nada porque aparecen de sopetón y me descolocan un poco; aunque es algo muy personal (ya comenté que me sucedía con Mr. Nobody). Esto y el abuso de tópicos de género (que hacen gracia un rato pero podrían haberlos diluido más) es lo único que achaco a la película.


Pet

Atraído por la buena experiencia de Emergo (del mismo director) y una sinopsis atrayente, me decanté a darle una oportunidad a esta película. Tengo que decir que me sorprendió la presencia de Dominic Monaghan en la sala (para que veáis lo poco que me fijé en los datos de la película), y hay que loar el buen papel que hacen tanto él como Ksenia Solo (que también estuvo en la presentación), coprotagonistas de la película.

Seth es un hombre que trabaja en un centro de cuidado de animales y se siente muy solo. En el autobús coincide con Holly, una camarera que se pasa todo el trayecto escribiendo, y después de probar maneras más convencionales de acercarse a ella, se obsesiona hasta probar métodos más drásticos.

Es una de aquellas películas que amortizan muy bien los recursos que emplean, pocos escenarios, personajes, y una presentación sencilla. Porque todos los elementos se van enroscando entre sí dejando una historia más compleja y profunda de lo que parecía al principio que ahonda muy bien en conceptos como el amor y lo que nos hace ser nosotros mismos.

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