domingo, 5 de abril de 2015

Sobre Platón y los poetas

Hasta hace bien poco yo participaba de la idea extendida de que para Platón los poetas debían estar fuera de la polis, ya que para él eran uno de los peores tipos de individuos... Y sin embargo, resulta que es una concepción no del todo exacta, y la confusión se debe sobre todo a matices de traducción y evolución semántica. Por tanto, para poder explicarlo mejor es necesario realizar primero unas aclaraciones etimológicas y conceptuales.


εἶδος (eidos): "Ver, en el sentido de entender." En español ha derivado en idea.

αἴσθησις (aísthēsis): "Percepciones de los sentidos; sensaciones; ver." En español ha derivado en estética, pero el sentido sería el de nuestro término sensibilidad, más bien.

ποίησις (poíēsis): "Crear o creación." Poeta es el agente que crea.

μίμησις (mímēsis): "Imitar, imitación."

El problema principal es el término τέχνη (tékhnē), que en latín dio lugar a un doblete léxico:

1.     Ars, artis: “Capacidad, habilidad para hacer algo.” (Quien tenía arte en algo era porque era bueno en hacer ese algo, sea cual fuere la actividad).
2.     Technicus: “Conjunto de procedimientos y recursos de que se sirve una ciencia o un arte.” [Ambas definiciones del DRAE]

El español ha heredado del latín los dos términos separados, pero el sentido que aplicaba principalmente el griego tékhnē era el primero de los dos, motivo por el cual se traduce habitualmente como arte. Aun así no hay que olvidar que dicha palabra tiene para nosotros hoy muchos más sentidos, lo que puede dar lugar a algunas confusiones. Y merece la pena resaltar que pese a la fuerte oposición que existe hoy en día entre ciertos sentidos de técnica y de arte, ambos conceptos proceden de uno mismo.

Otro paso necesario para llevar esta explicación a buen puerto es comprender la ontología de Platón. En forma de breve resumen, Platón diferencia dos mundos: el sensible y el de las ideas. El mundo sensible es un simple reflejo del otro, que es donde están las cosas en sí, es decir, todo en su forma más pura posible: como ideas. La distinción es además, como ya indica el término puro, un juicio de valor, pues las ideas son los conceptos perfectos y por ende a los que hay que aspirar. Las cosas sensibles participan de las ideas, pero no las contienen. (Aquí más información.)

El ejemplo siguiente sirve de mejor explicación, ya que precisamente incube al caso que nos ocupa, pues la belleza es la aspiración de la creación “literaria” (comprendida en la época como un arte imitativa).
  • La Belleza en sí (la idea de lo que es y todos su aspectos) es un objeto de eidos. En la jerarquía es obviamente lo más alto.
  • Las cosas bellas de la naturaleza participan de la belleza directamente, por lo que están muy cerca de ella. Aun así, son objetos de aísthēsis (más bajo en la jerarquía).
  • Por último, las cosas bellas elaboradas por medio de tékhnē (es decir, por manos humanas) están muy alejadas de la belleza en sí, porque son mimesis de las cosas bellas de la naturaleza (participan en segundo grado de la idea). Como también son objetos de la aísthēsis y ocupan una posición tan alejada de la Belleza en sí, están en el lugar más bajo de la jerarquía.
Después de todo este rodeo, la explicación se construye por sí sola. En la República Platón jerarquiza los tipos de seres humanos (de alma en concreto) según éstos se acercan a la idea del Bien, ya que es la idea fundamental para él. En el punto más alto de esta clasificación estaría el filósofo, ya que es el que más se acerca a dicha idea, y en el punto más bajo está el tirano porque es el más alejado. Y resulta que los poetas ocupan dos puestos en la extensa jerarquización: por un lado un tipo de creadores, sólo detrás del filósofo, (Poeta 1 a modo de aclaración tonta) y por otro lado y sólo delante del tirano, otro tipo (Poeta 2).

Así, poeta 2 está en un puesto más bajo porque es aquel cuya creación se limita a la mímesis más burda, a recrear meras copias de las cosas de la naturaleza. Sus creaciones serían un objeto del sentido technicus de tékhnē, es decir, una simple aplicación de técnicas creativas.

Y finalmente, poeta 1 está en una posición tan elevada porque es aquel caso cuya creación se acerca al eidos de Belleza; en lugar de participar de la transformada belleza que hay en las cosas de la naturaleza. Y la idea de Belleza es a su vez de las más cercanas al Bien (de hecho forma parte de la triada fundamental Bien – Belleza – Verdad). Sus creaciones serían un objeto del sentido ars de tékhnē, aportando al proceso creativo algo más excepcional.

Lamentablemente, parece ser que para Platón el tipo de poetas cercanos al eidos eran una idea más bien hipotética y según él lo que abundaba era el otro tipo, de ahí también el malentendido y generalización.

*La escritura de los términos la he extraído de aquí.

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