viernes, 28 de mayo de 2021

lunes, 4 de enero de 2021

Resumen 2020 (I): juegos

Hace unos días pensaba en que este año no había sido mucho de videojuegos, casi toda esta actividad la concentré en el periodo de confinamiento y, aun así, no fue tanta como en otros años. Esto tiene su parte buena: he leído más libros que en otras épocas y, si puedo haber sacado algo de todo esto es que he recuperado cierto hábito de lectura que no tenía hace tiempo.

Como hace mucho que no escribo por aquí sin contar los resúmenes de Sitges, me ha apetecido comentar algunas cosas. Desde hace unos tres o cuatro años, me he sentido mucho más atraído por el mundo de los juegos de mesa. En la asociación a la que pertenezco desde hace unos 14 años (vaya... ¿y cuántos debe hacer con como mínimo una sesión de rol semanal?) nos hemos dedicado siempre más al rol (yo a jugar, para que engañarnos), y siempre había tenido los juegos de mesa como algo secundario.

Sin embargo, desde cierto punto, empecé a disfrutarlos más. Y no me refiero solo por causa de juegos más nuevos, sino también a divertirme más con una partida de Catan o Dominion, juegos que sí había jugado bastante en el pasado. Esto hizo que me entraran ganas de probar más, interesarme por las novedades, ver tendencias y demás. Y entre este año y el anterior me estoy haciendo una pequeña ludoteca personal. (En 2019 podía usar la del club, pero a saber cuándo podemos volver a él...)

Así que voy a empezar este resumen con un juego de rol y un par de juegos de mesa. 

lunes, 30 de noviembre de 2020

Resumen Sitges 2020 (y IV)



Beauty water

Película de animación coreana y de terror, algo poco común que me llamó la atención (y no fui al único, fue de las sesiones más llenas del Prado que vi personalmente). Además, trata un tema muy importante (y preocupante) que aqueja a la juventud: la obsesión por el canon de belleza. Es algo relevante para todo el mundo, pero en Corea del sur resultan especialmente alarmantes las cotas que está alcanzando la cirugía estética.

Una mujer que trabaja de maquilladora para la tele, harta de no llegar donde quiere por culpa de su físico y después de una campaña de burla en las redes, decide probar un extraño mejunje para “volverse guapa”.

La película hace hincapié en lo enfermizo de esa necesidad de cumplir con el canon de belleza para poder encajar en la sociedad y medrar en ella. Es consciente de que en ámbitos de su sociedad es un requisito y decide explotarlo con una protagonista que moralmente deja mucho que desear, que cuando consigue la belleza la exprime aprovechándose del resto. Esto es quizá lo que me llamó más la atención, que se aleja de las consignas que suelen suscribir estos relatos: viendo la parte positiva en otro lado. Beauty water se dedica a la pura crítica y le funciona bastante bien.

Sobre el aspecto visual, me recordaba mucho al estilo de Zero Time Dilemma, donde los modelados, a medio camino entre el 2D y el 3D son bastante estáticos. En la película queda resultón, sobre todo en las escenas más explícitas, pero en gran parte del metraje se acusa unas animaciones más bien estáticas.


Come true

Una adolescente que se ha escapado de casa acude a un estudio universitario sobre el sueño para tratar de deshacerse de sus pesadillas, pero tal vez el estudio involucre algo más grande…

Le explicaba a mi hermana la sensación que había tenido mientras veía esta película. Ella la había visto el día anterior y yo acudía  una matinal, con las sábanas aún algo pegadas… Y creo que eso me introdujo aún más en su juego. Por decirlo de algún modo, la película se divide entre unas escenas marcadamente oníricas (de los sueños que están investigando) con las de la vida de la protagonista. Pues bien, durante los sueños, aunque parecían más bien querer producir terror o sustos, yo me sentía como arropado; y en el resto de escenas era cuando me envolvía la inquietud.

No quiero explicar mucho más. Simplemente que recomiendo verla y dejarse llevar por ella, dejar que el sonido y las imágenes os arrullen hasta entrar en un profundo sueño.


Seven days war

Un grupo de adolescentes decide “irse de campamento” a un antiguo edificio abandonado como modo de protesta a sus padres. Una película de animación japonesa con una estética muy propia de su escuela, pero que trata temas no tan habituales en ella. De las que más me gustaron y más disfruté en el festival, aunque aviso que reconozco que es totalmente el tipo de historia que disfruto.

Envuelta en ese aire cotidiano de instituto, género tan japonés, se desarrolla una trama que, a través de la contraposición entre el mundo juvenil y el adulto: critica cómo la política aborda temas delicados como la inmigración ilegal; refleja los buenos y malos usos que hacemos de las redes sociales; explora las dinámicas de grupo y el sentimiento de pertenencia, y varios temas más.

Y, sobre todo, habla de no mentirnos a nosotros mismos, de no rechazar lo que sentimos y de conseguir el valor para expresarnos tal y como queremos.


The education of Fredrick Fritzell

Fredrick Fritzell lleva una vida plena, de esas que venden los anuncios. Sin embargo, un buen día, después de un encuentro casual con alguien de su pasado, empieza a rememorar historias que quedaron inconclusas. Se propone entonces tratar de desentrañarlas.  

A grandes rasgos podría definirse como un cruce entre Mr. Nobody y Synchronic. Para una película de sus características, por la idea que trata de narrar, creo que está excepcionalmente bien explicada. Abusa un poco de algunas técnicas poco sutiles, pero en conjunto termina funcionando muy bien.

No será la primera vez que escriba estas palabras: me suelen gustar las películas que no se sobreexplican tanto, pero entiendo que The education aspira a un público más mayoritario y no me resulta tan molesto como en otras. Tener un guiño a la darkest timeline de Community, aunque no sea intencionado, siempre suma puntos XD.


She dies tomorrow

Una chica tiene una epifanía: va a morir mañana, y no son imaginaciones, es una certeza. Las proporciones de la cuestión aumentan cuando, al explicárselo a una amiga, esta última siente de pronto la misma certeza…

Había oído que bastante gente la ponía bien el día anterior, pero yo tardé mucho en entrar en la película. No sé por qué exactamente, pero no conecté nada con la protagonista, el resto de personajes me resultaban mucho más interesantes (para mal o para bien). Reconozco que tiene buenos detalles y el tema que aborda es muy importante, y no me resulta difícil identificarme con él; por eso me sorprendió no entrar. Para mí se quedó en un buen intento que no llega a despegar porque el inicio se me hizo muy vacío.



Y cierro aquí el repaso del festival de Sitges de este año. Estoy muy contento de haber podido disfrutar de esta edición tan particular Sitges, me he tenido que apuntar muchos títulos, pero estoy contento con la selección. En esta entrada hay 3 películas que disfruté muchísimo y con eso me quedo, con eso y con los recuerdos de esos días.

lunes, 23 de noviembre de 2020

Resumen Sitges 2020 (III)



Possessor

La protagonista trabaja para una organización que se encarga de cometer asesinatos. Estos se realizan mediante una tecnología que permite poseer los cuerpos de otras personas. Hasta que un día se topa con un huésped que le pone las cosas difíciles.

Los apellidos, de donde venimos, nos marcan queramos o no. Brandon Cronenberg llevará la etiqueta de ser hijo de su padre durante un tiempo, seguro, porque por mucho que él haga seremos el resto quien se la continuemos poniendo. Hasta cierto punto es un reclamo, pero también es un listón que se le coloca.

En Possessor, Brandon Cronenberg precisamente abraza el legado de su padre en multitud de aspectos: la estética es el primero que salta a la vista, con los aparatos que permiten la traslación de la conciencia o los efectos escogidos para representar dicho proceso; también en la critica y en los temas tratados, que se apoyan en la ciencia ficción para profundizar en aspectos profundos de la existencia y el ser en sí mismo.

Las reflexiones sobre la identidad no son solo un telón de fondo, están ahí para perturbarnos, para que nos planteemos posibilidades. El tan manido tema de qué nos hacer ser lo que somos se explora de una manera tan visceral, que resulta imposible que no nos remueva. Además de por esto último, a mí también me gustó mucho el juego que da la trama en sí para valorar posibilidades de lo que está o no ocurriendo y de lo que ya ha ocurrido antes del tramo de la vida de la protagonista que narra la película.


The show

Muchos fuimos atraídos a esta película por Alan Moore, para que negarlo. Show pieces es el primer proyecto donde colaboraron Mitch Jenkins como director y Alan Moore en el guion (entre 2014 y 2016): una serie de varios cortometrajes donde el autor da forma a su particular versión de su Northampton natal; y dicho proyecto se configura ahora como el prólogo a esta película.

Tenía bastantes ganas porque este año precisamente terminé de leer Providence y me gustó mucho; no me importaba probar con esta cinta de la sección «Noves visions», donde todo apuntaba a que podía ser una experiencia psicodélica y confusa. No fue así, The show es una amalgama de géneros que trata de abarcar muchas de las inquietudes de Moore, pero no me resultó enrevesada ni tan extraña como podía parecer en un principio. Detectar las referencias y saber interpretarlas dará mayor profundidad al visionado, claro, sinemabrgo, no hacerlo no provocará que nos perdamos, ya que el hilo es sencillo de seguir.

El protagonista llega a Northampton buscando un hombre y su investigación es lo que vertebra la trama, en la que el noir lo impregna todo hasta hacerse físico en algunas escenas. Para completar su búsqueda, tendrá que vagar por la ciudad conociendo a personajes cada cuál más pintoresco.

Otro apunte es que muchos personajes quedan perfilados y no llegan a tener demasiado papel. Esto se explica porque esta película quiere ser una pieza más de este universo del que esperan realizar una serie en el futuro. Por esto mismo puede dejar con ganas de más o con la sensación de que es un producto partido; yo pienso que la historia está bien contenida en sí misma, y no necesito que me den todas las respuestas para disfrutarla.


Sputnik

Como ya anuncié, volveré a mencionar el tema de los prejuicios: no sabía si esperar mucho de esta película rusa. Debo decir que mis reticencias venían de la última que vi en el festival de dicho origen, algo que prefiero olvidar.

En el contexto de la Guerra Fría, un cosmonauta regresa del espacio… y parece que lo hace acompañado. Para comprobar su estado físico y psicológico, la agencia espacial contacta con una especialista.

Los tintes de Alien son evidentes, pero la película se las apaña para recorrer su propio camino. Plantea las implicaciones típicas de la existencia de un alienígena desde distintos tipos de vista: desde los que puramente quieren respetar y entender esa forma de vida hasta los que quieren hallar el modo de usarla.

A mí se me hizo un poco larga en algún momento, creo que por previsible, pero eso no quita que su buena factura la haga muy disfrutable (sobretodo para los fans del género) y que pueda hacernos pensar en alguna que otra de esas implicaciones que presenta la trama, donde la protagonista tiene mayor peso de lo que puede parecer en un principio.


The silencing

Me he dado cuenta de que los thrillers que suceden en zonas boscosas o de montaña también me llaman la atención, creo que desde Wind river (película que comenté por aquí). Años después de que desapareciera su hija, un padre, mientras vive retirado en una reserva natural, se topa con unos sucesos que pueden estar vinculados con su desaparición y que está investigando la nueva sheriff local.

La película tiene alma de telefilme y muchos de los topos que trata son los habituales en este género (padre atormentado, policía novata, jóvenes con problemas, etc.), aun así, está construida de una manera que la hace sobresalir. Las actuaciones son buenas y los temas se abordan desde perspectivas algo más complejas a las que estamos acostumbrados en el mainstream (sin llegar a ser excepcionales). El puzle de la investigación no es complejo de resolver, pero es entretenido de seguir; y la contundencia de algunas escenas y los giros y resoluciones que busca en algunos aspectos la hacen recomendable si te interesa la temática.


Archive

En un futuro cercano, el protagonista está desarrollando una inteligencia artificial en una instalación remota en las montañas. Creo que en mi lista queda algo por debajo de otras películas de temática similar como Ex Machina, pero eso es solo porque ambas me parecen muy buenas; de hecho, puede que fuera una de las que más me gusto del festival. El director trabajó como supervisor de VFX en Moon y esto se nota en la estética y varios detalles del filme.

Como cabe esperar, la trama gira alrededor del hecho de crear vida sintética y sus consecuencias y de las posibilidades del desarrollo de la conciencia y las capacidades de la misma. Pero todos los detalles que la envuelven resultan muy interesantes, desde la organización para la que trabaja el protagonista hasta la relación que él tiene con su pasado. Nada sobra, y en conjunto crean un universo muy detallado y una historia que engancha por las preguntas que suscita.

Curiosamente, como me sucedió con Hello World, este es otro de aquellos casos en que el final hace redondo el todo. Muy recomendable para los amantes de la ciencia ficción.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Resumen Sitges 2020 (II)



Hello world

Una película que nos propone algunas nociones ya tratadas en obras de ciencia ficción muy interesantes, como los mundos simulados, con una perspectiva reconocible para los fans de la animación japonesa (las referencias a Greg Egan no son al tuntún).

Y la estaba viendo con ciertas reticencias sobre todo por los habituales tópicos de este género. Pero a medida que la historia va llegando a ciertos puntos importantes y giros, me iba gustando más.

La pega que le pongo es que tal vez podría construirse un poco más el personaje de Ruri, dedicar más tiempo a cómo construyen su relación ella y el protagonista (que ya hay alguna escena que a mí me pareció potente) y hacer más breves las escenas de acción (que al final se me hicieron un poco largas). Supongo que el equilibrio final casa más con lo que se espera comercialmente de este tipo de películas. (Debo comentar que esto ya me ha pasado con algunas, como El niño y la bestia, de la que recuerdo exactamente la misma sensación, aunque debería refrescarla para comentarla mejor.) 

Es de aquellas que tiene un momento en que parece que ha acabado y no, aún quedaba alguna cosa en el tintero. Esa última escena, para mí, termina de cerrarla muy positivamente, porque hace que algunos de los peros que le ponía terminaran de encajar.


Lucky

Una escritora sufre el acoso de una figura enmascarada, como nadie parece tomársela muy en serio, se decide a ponerle remedio por sí misma.

Todos tenemos algún tema o motivo que nos llamé especialmente, para mí que haya escritores en la trama es uno de ellos (ojo, que en Hello World son importantes los libros, lo que también me gusta). Entré en seguida en Lucky gracias a esa dimensión de la trama y también a cómo construye lo extraño, a cómo consigue que te pongas en la piel de la protagonista.

La premisa en sí misma puede ser un trigger warning para alguna gente, y no creo que yo esté en una posición en la que pueda opinar mucho del tema, pero (esta palabra indica que lo voy a hacer de todas formas… ^^U) creo que puede estar bien darle una oportunidad precisamente como algo que ayude, en el sentido catártico del que hablaba Aristóteles en su Poética. El terror está ahí, y además es un terror muy cotidiano, que puede ser mucho más duro que la presencia de un monstruo o un ente incomprensible. Sin embargo, la directora se esfuerza en que eso sea el medio que lleve a la resolución, una resolución que sin duda busca el empoderamiento. 

Me gusta el efecto que tienen algunas películas cuando su título hace clic (cobra mayor sentido) mientras la estás viendo; y en este caso me sucedió con una escena bastante potente.

El problema que le veo a la película es que llega un momento en que es muy explícita con su mensaje. A mí me suelen gustar más los artefactos culturales que dejan a la imaginación o cuya ambigüedad proporciona juego, y creo que en este caso a quien esté de culo con el tema del feminismo esto le echará aún más para atrás. Pero entiendo que Lucky quiere golpear al espectador en el clímax, restregarle el mensaje por la cara. Y me parece bien porque el mensaje de Lucky es muy necesario.


Spiritwalker

Siempre apetece ver un thriller coreano en Sitges. Este año no había mucho donde elegir, pero eso no desmerece la sinopsis de este: un hombre despierta cada 12 horas en el cuerpo de otra persona y no puede recordar quién era antes de que esto empezara a suceder.

La reflexión sobre la identidad se diluye mucho en una trama de gánsters, agentes encubiertos, tiros, peleas y persecuciones a diestro y siniestro. Tiene un buen ritmo y engancha con el rompecabezas que propone, pero no aporta mucho más que eso. Esto no es malo, porque si os gustan este tipo de películas la vais a disfrutar seguro.


Sesión doble:

Este año en lugar de maratones había sesiones dobles. Es la solución por la que optaron para asegurar la ventilación de las salas y demás medidas. Sin embargo, es curioso, porque yo me había propuesto, después de que el año pasado supusiera demasiado agotamiento (octubre siempre es una época en la que mis defensas no están muy allá), no ir a ninguna maratón este año a no ser que alguna me llamara muchísimo. Así que el cambio hizo que me lo replanteara, dos películas no me parecían tanto y acabé cayendo en un par jaja. Un pena que me quedara sin ver Slaxx y Spree el último sábado, cuando se cancelaron las actividades más allá de las 23 h, pero fue una medida totalmente comprensible, por otro lado.

Hosts

Si antes comentaba qué podía atraerme a un película, Hosts también cumple con otra de mis filias: una reunión concreta (festividad en este caso) de varias personas da lugar a una situación extraña/incómoda. La premisa de una película que al menos durante buena parte vaya a sustentarse en las conversaciones que mantienen varias personas es una presentación que me gusta porque es muy teatral, un buen diálogo puede construir los personajes de manera muy delicada, y la tensión puede ir en aumento hasta que explota.

The invitation me encanta precisamente por eso, ya que construye una atmósfera de paranoia que es de lo que más disfruto en el cine de terror (con ese gran referente que es La cosa de Carpenter). Secret Santa me sorprendió hace un par (o más) de ediciones de Sitges (creo que está reseñada por aquí), porque hacía algo parecido pero con un tono mucho más desenfadado y repleto de humor negro.

Sinceramente me esperaba algo tipo esta última película que menciono y quedé muy decepcionado. Presentó la película un equipo de rodaje bastante completo y con su simpatía creo que puedo decir que nos motivaron a todos los presentes… Pero esa motivación empezó a desinflarse casi desde el minuto uno. Malas actuaciones y personajes que hacen cosas que no tienen sentido provocaron que no pudiera tomarme en serio nada de lo que sucedía en pantalla. Y ojo, esto no era buscado, que hay películas que se nutren de ello, Hosts quiere ser un producto serio, pero los malabarismos que hace para ser un largometraje de muy escaso presupuesto no le salen bien.


The queen of black magic

No puedo decir que sea consciente de haber visto demasiado cine de Indonesia, y este año tenía una presencia especial en el festival, así que me apetecía ver qué ofrecía esta película. Si solemos tener prejuicios sobre el cine español (¿quién no ha dicho u oído “esta película está muy bien para ser española”?), supongo que es natural tenerlo con otras industrias. Ahora bien, me parece obvio que debemos tratar de quitarnos estas ideas de la cabeza, estos falsos halagos no deberían seguir extendiéndose. No me malinterpretéis, sí que es cierto que la industria de cada país tiene unas características propias y no es malo referirse a ellas, menos aún para hacer una reseña (me veréis hacerlo ahora mismo y también en el comentario de alguna que otra película más del festival), lo que quiero tratar de evitar es precisamente ideas que nos puedan hacer pensar: “uf, ya sé cómo va a acabar esto porque es de tal país”.

The queen of black magic no tiene nada que envidiar en cuanto a factura a cines con mucha más trayectoria. Tanto en el aspecto visual como en el sonoro y en la actuación (ahora me pregunto si no la ensalcé un poco más en contraste con la anterior…), la película es más que correcta. 

Una familia viaja al orfanato donde se crió el padre. Cuando llega la noche empiezan a suceder cosas extrañas que están inextricablemente relacionadas con el pasado del centro y sus recuerdos. Puede sonar una premisa muy trillada, pero la película usa muy bien los topos para crear una ambientación oscura y en ocasiones asfixiante. Tiene algunas escenas potentes, que exploran la angustia de maneras originales, pero otras terminan siendo un poco repetitivas y algo inconexas con el resto. La resolución tampoco me pareció demasiado satisfactoria.

Una cinta que revive el terror más clásico de manera muy efectiva y que lo adereza de una crítica social importante. No os va a cambiar la vida pero es entretenida.

lunes, 9 de noviembre de 2020

Resumen Sitges 2020 (I)

Este año parece que sí que voy a publicar mis pequeñas impresiones de las películas que he visto en Sitges. Mencionar que ha sido una edición muy extraña, pero que el sistema de entradas numeradas, sinceramente, ha sido muy positivo. Las medidas sanitarias se han cumplido y fue agradable poder disfrutar del cine después de tanto tiempo.



Peninsula

Una evolución a lo Walking dead, donde los zombis tienen menos importancia y presencia y la maldad del ser humano una mayor.

Tanto el prólogo en el barco como las flipadas al llegar a la península me dejaron un buen regusto a los juegos de Resident Evil: lo primero por una perspectiva visual que recordaba a las entregas con cámara al hombro y que tiran más a generar tensión; lo segundo porque cuando la saga se deja llevar ofrece unas escenas pasadas de vueltas memorables.

Después, todo son tópicos uno detrás de otro que no levantan la narrativa hasta el final, que sí deja un buen sabor de boca y te recuerda un poco de qué iban estas películas: crítica social. Sin embargo, en la primera esto queda más patente y mucho mejor envuelto en la acción. Una lástima que quede desinflada.


Vicious fun

Divertido, como el título de la película, es usar la etiqueta "peli sitges", algo que permanece en el imaginario colectivo a pesar de que el festival abarca muchísimo más que esa noción algo vaga desde hace años. Pero sin duda hay gente que sigue acudiendo al festival básicamente por este tipo de películas, para ellos: esta merece la pena. 

Sinceramente pienso que la nostalgia ochentera se está yendo de las manos, y muchas veces no es más que un recurso vacío para atraer. Sin embargo, aquí funciona muy bien, ya que casan todos los aspectos: referencias, música, apartado visual, etc. Además, ciertos topos se actualizan de manera muy positiva, y los momentos de impacto hacen que merezca la pena echarle un ojo.


Mandibules

Sin ser un gran entendido en el cine o cultura francesa, sí he visto que el humor que se basa en reírse de la estupidez o de la clase alta es algo habitual. Todo el mundo la define como “dos tontos muy tontos encuentran una mosca gigante”, y es simple y llanamente eso.

A quien no le gusten esos chistes, no estará cómodo en la película, como tampoco quien sea sensible a alguna broma cruel sobre la discapacidad de cierto personaje.

Sí le concedo ser un viaje que te lleva por donde quiere sin resultar extraña, compras su historia sin poner pega alguna. Cualquiera que asistiera a Sitges reconocerá que la mayor broma recurrente funciona, y hay un par de escenas donde solté alguna carcajada. Pero quizá lo más importante es que la mosca es muy mona.


L'état sauvage

Es uno de aquellos casos que me deja mal sabor de boca porque le veo mucho potencial, pero mucha otra parte fallida.

Un western que propone un enfoque distinto, tanto femenino como adentrándose en el terror, en el que una familia trata de huir de las repercusiones de la guerra. Algunos recursos creo que sí funcionan, sobre todo los que se ocupan de remarcar más el mensaje, pero otros incluso me sacaron de la película. 

Tiene escenas muy potentes, como el baile agradable que se ve interrumpido por los soldados; o la contraposición entre dos cenas a lo largo del filme. Pero otras que fallan estrepitosamente. Algunas de las que tratan de explotar la tensión lo consiguen a ratos, el clímax es bastante mediocre, y la escena del carro hace aguas por muchos lados. Se entiende la intención en general, pero tengo la sensación de que el espectador tiene que hacer demasiado trabajo para que todo funcione.

Y, a pesar de todo, por el mensaje vale la pena, y creo que puede tener cierto público, que entre bien en ella para acabar llevándose una sorpresa. 


Save yourselves!

Una pareja de treintañeros de Brooklyn decide pasar unos días en una casa en el campo con el objetivo de desconectar de las redes y reconectar con la naturaleza, pero su desconexión les impide enterarse de la noticia de una invasión alienígena.

Una comedia que se centra en los hipsters y sus tendencias. Explora el angst millenial de encontrar un lugar en el mundo donde estar cómodo sin dejar de lado lo natural y poder mantener unos ideales que a veces tomamos sin pensar demasiado.

Con momentos bastante divertidos y otros algo típicos, se me hizo muy entretenida, pero la reflexión al final parece que no va mucho más allá de lo superficial, algo que la propia película trata de criticar.