Dos juegos cortos y gratuitos

Llevo una temporada algo alejado del blog y en parte es debido a la PS4 y Dark Souls 3, que se llevan mi tiempo libre... Pero sigo teniendo multitud de entradas en el tintero (y a medio entintar [?]) y no he estado cumpliendo el mínimo de actualizaciones que me propuse; así que voy a tratar de remediarlo. Hoy escribo un breve repaso a un par de juegos gratuitos que se desarrollan como un chat.

Emily is away (kyleseeley23, 2015) es un juego narrativo que simula una conversación en un programa de mensajería de ordenador. Visualmente se presenta como un par de ventanas de Windows pixeladas y con unos iconos sencillísimos. Los efectos de sonido también acompañan la sensación de estar ante uno de esos programas al avisar de la llegada de mensajes.

El juego se inicia cuando se abre una ventana de conversación y saludamos a Emily. Cuando podemos escribir, hay tres opciones y elegimos una de ellas, para introducirla, hay que pulsar teclas (sin importar cuáles sean) para ver cómo se escribe el mensaje en la pantalla. Parece una mecánica tonta, pero no lo es cuando descubrimos que a veces se corrigen erratas o incluso se borran frases que pensábamos enviar y se cambian por otras: un efecto que tiene mucha fuerza en la narrativa.

A pesar de que hay más contactos, y de que podemos mirar su perfil para adquirir algo más de trasfondo (sobre secundarios que intervienen en la narración, por ejemplo), sólo podremos hablar con Emily y la conversación está muy guiada. Pero el juego no precisa de más, la verdad. 

Humani: Jessie's Story (PullString, 2016) podría decirse que es una evolución de las aventuras conversacionales en las que había que escribir la acción correcta para avanzar... Pero en este caso al escribir estamos hablando con una IA.

Nos tenemos que poner en la piel de un amigo de Jessie, una veinteañera extravertida, en uno de los días más estresantes para ella. En base a varios temas cotidianos pero importantes, como una entrevista de trabajo, Jessie irá consultando nuestra opinión y normalmente nos hará caso, lo que hará que la historia se vea modificada, encarando su vida en alguna de varias direcciones posibles.

El aspecto más destacable es la forma del juego, porque se desarrolla como una conversación privada de Facebook. Hay que iniciar sesión y abrir el Messenger de la red social y contactar con un determinado perfil para empezar. A partir de ahí se desenvuelve con una serie de elementos (como pausas, por ejemplo) que tratan de simular una conversación real y en clave muy actual.

Sin duda Emily is away cuenta mucho más que Humani: Jessie's Story, cuya historia no destaca en ningún sentido. Ambos títulos han escogido un formato muy interesante que llama la atención y motiva a jugar; aunque quizá el primero tenga un público objetivo más concreto por la franja temporal que cubre (las referencias a películas, música etc. ayudan a la inmersión pero al mismo tiempo pueden limitar esto) y el segundo pueda ser disfrutado por gente de un margen más amplio de edad. Resulta curioso también cómo dos propuestas similares ofrecen un tono tan distinto: introspectivo y apelando a la nostalgia el primero y mucho más desenfadado y fijado en el presente más inmediato el segundo.

Humani: Jessie's Story no me ha gustado demasiado, pero es muy interesante como concepto y para experimentar con él, y en ningún momento he pensado que estaba perdiendo el tiempo, así que lo recomiendo a cualquiera que le intrigue su propuesta. Emily is away sí me ha gustado por la capacidad de sugestión que ofrece. El sabor añejo seguro que ha ayudado, pero la inmersión que consigue haciendo uso de tan escasos elementos es increíble.