sábado, 2 de mayo de 2015

Paseando por París


Ya son varias las veces que un evento friki nos lleva a realizar un viaje. Además, solemos aprovechar cualquier viaje a ciudades grandes para explorar un poco el panorama friki de las mismas. Nuestros itinerarios distan un poco del reflejado en las guías de viaje convencionales, así que sin ser exhaustivo pienso que algo de lo recogido aquí podría interesar a alguien. En esta ocasión acudimos a la edición en París del concierto Press Start - Symphony of Games-.


El concierto en sí me decepcionó un poco. Me dejó con la impresión de que el programa quería abarcar demasiado y no terminaba de culminar en nada. Demasiados medleys, con fragmentos de escasos segundos incluso, que no se dejaban disfrutar. Ya que traían a Yoko Shimomura, Nobuo Uematsu y Yasunori Mitsuda esperaba que dieran mayor importancia a sus piezas en el repertorio, pero los medleys de las sagas Chrono y Kingdom Hearts me supieron a poco, y las dos únicas piezas de Final Fantasy tocadas podrían haber sido otras, la verdad. También nos sobró tanta charla, en parte por el idioma (aunque entre el japonés y el francés íbamos sacando las cosas), pero sobre todo por la sensación de que nos faltaba tiempo dedicado a la música.


Este tema sin coro no es lo mismo...

Aunque he de reconocer que si no hubiera asistido a los conciertos de la gira Distant Worlds en Viena éste me hubiera parecido mejor seguramente, porque tal vez no hubiera tenido tantas expectativas. Aun así disfrute, y mucho, de piezas que no escucho tan habitualmente, como el tema principal de The Legend of Zelda o el Vampire Killer de Castlevania, el momento Professor Layton o de los escasos segundos de la magnífica Clotho del Columns.

No se podía grabar el concierto, pero alguna foto mientras hablaban sí pudimos hacer... aunque no se vea muy bien.
En cuanto a la ciudad en sí me ha gustado bastante. Es muy caro vivir en ella (especialmente el alojamiento y el salir a comer fuera si no andas con cuidado), pero pudimos disfrutar de un alojamiento acogedor (pequeño) y funcional (con las acomodaciones justas), que para nuestras necesidades básicas (dormir) nos fue de maravilla y estaba en un lugar muy céntrico, en la isla de Sant Louis, por lo que cada día pasábamos cerca de Notre Dame.

Había muchísima gente  y personalmente no me gustan las multitudes, pero lo cierto es que he estado bastante relajado en ese aspecto y no me ha supuesto gran problema; ni siquiera la extraña manía de los bares de atestar de terrazas las estrechas aceras, casi privando del paso a los transeúntes. En cierto modo también porque evitamos algunos de los lugares más emblemáticos y concurridos, ya que por motivos de tiempo no íbamos a poder disfrutarlos bien. Bueno, ahí estarán para la próxima vez.

Tumba de Julio Cortázar y Carol Dunlop.
Siguiendo una ruta del Instituto Cervantes de Cortázar, dedicamos el primer gran paseo por la ciudad. No la seguimos exactamente, y dividimos algunos de los puntos de interés en dos días, pero todo lo que nos resultaba más atrayente lo pudimos ver sin problemas. Están muy bien, así que a quien le pique la curiosidad le recomiendo echar un vistazo a la página web para conocer algunos de los lugares icónicos de sus autores favoritos.

No podía faltar la visita de rigor a algún cementerio de la ciudad, así que fuimos al de Montparnasse. El lugar dispone de mapas con las ubicaciones de las tumbas de personajes famosos, pero al no ser muy grande están emplazadas muy próximas unas a otras y tardamos un tiempo en localizar algunas. A pesar del cansancio acumulado del día pudimos dedicar unos segundos frente a las sepulturas de Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir, Charles Baudelaire, Guy de Maupassant y Julio Cortázar, entre otros. No llegamos a encontrar la de Samuel Beckett, aunque algo de absurdo tuvieron nuestras vueltas cargadas de agotamiento por las calles del cementerio.


Jardin des Plantes
Un lugar recomendable para los fans de la cultura literaria de París es el restaurante Polidor. Situado cerca de los jardins du luxembourg (bastante agradables por cierto), no es tan caro como otras afamadas cafeterías de la zona de Saint Germain, como el Café de Fiore o Les Deux Magots (que sólo vimos de pasada), tiene un ambiente mucho más tranquilo y la comida estaba riquísima. Además, era un lugar de estancia recurrente de Sartre y de Beauvoir y se ve que en él se conocieron Cortázar y García Márquez.

Aunque no hizo muy buen tiempo el día que fuimos al Jardin des Plantes es recomendable dedicarle un paseo y un rato de relax en algún banco del lugar. Debido al momento del año en que fuimos tampoco no pudimos verlo en todo su esplendor, pero sin duda es un lugar relajante y bonito. Fue un punto de conexión entre la ruta Cortázar y un breve paseo friki preparado en base a algunas búsquedas por internet.


Empezamos por el 24 Rue Linné, L'Oeuf Cube, una tienda pequeña pero repleta de juegos de rol y de mesa, donde descubrimos que la edición francesa de La Llamada de Cthulhu es "chulísima". Pasamos por 15 Rue des Écoles, Stock Games, un local bastante grande y amplio con juegos y consolas antiguos y de segunda mano en el que conseguí resistirme a comprar nada. Continuamos hasta el 52 Rue des Écoles, Jeux Descartes, un local de dos pisos dedicado a los juegos de rol y de mesa con una variedad más que aceptable, donde nos compramos unos dados (y nos regocijamos de su nombre y logo). 



Entonces ascendimos para cruzar el Boulevard Saint-Germain (en el que a escasos pasos hay una tienda de camisetas frikis) para alcanzar nuestro destino, que ya estaba a la vista, la Rue Dante. En la misma encrucijada ya se siente el ambiente gracias a la tienda Album, pero el grueso está en la susodicha rue. En esta pequeña calle se acumulan varias tiendas de cómics, en ellas puedes encontrarlos de todo tipo: europeo, americano, japonés,... y los locales también difieren en tamaño y productos, algunos se dedican más al merchandising mientras que otros lo dejan de lado para ofrecer puramente tebeos.

Y atención, porque en un primer momento se nos pasó por alto (muchas cosas, cansancio,... ya se sabe). En la misma Rue Dante hay una crepería llamada Odyssey donde cocinan unas crepes muy buenas con nombres frikis y que hace alarde de una decoración que hace sentir como en casa a cualquier fan de Star Wars

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