jueves, 7 de enero de 2016

Saga Uncharted en PS3


Estaba esperando a terminar el título de PSVita, pero finalmente he querido dedicar la entrada sólo a los títulos de la franquícia en PS3, dejando así la posibilidad de volver a hablar más adelante de ella; quizá incluyendo la entrega de la portátil y el próximo título para PS4.

Hoy en día no creo que haya nadie mínimamente interesado en los videojuegos que no conozca Uncharted (Naughty Dog) aunque no lo haya jugado, así que iré bastante al grano y no me extenderé demasiado en la reseña. 


Nathan Drake es un cazatesoros fuertemente inspirado en personajes como Indiana Jones, Lara Croft y otros de la literatura y cine pulp, pero al mismo tiempo se siente como un personaje original y realista. Uno de los mejores recursos de los que se sirve el juego para conseguir este efecto son los comentarios va dejando ir durante el desarrollo de la aventura, normalmente irónicos o sarcásticos, y no sólo por su comportamiento en las cinemáticas. Resulta especialmente potente porque muchas veces le vincula con el jugador, quejándose de la situación absurda en la que se ha visto en vuelto o celebrando haber conseguido una nueva arma o un buen tiro.

Por poner un ejemplo bastante explicativo, cuando el jugador está pensando en que la cantidad de enemigos que le ataca en una casa en llamas no es normal -¿de verdad están tan bien pagados estos mercenarios que se arriesgan a eso?-, el propio Drake hace un comentario al respecto. Es algo tan superficial y tan tonto que se hace raro que funcione tan bien así dicho, pero lo hace. Sin pretender tampoco establecer una frase lapidaria al respecto, la saga es un poco así: la mayoría de elementos son muy simples, pero encajan de una manera tan perfecta que el todo es espectacular.


El apartado técnico está muy cuidado y permite una inmersión excelente en el universo del juego. Los desarrolladores cuidan los detalles y exprimen con cada entrega las posibilidades de la consola; no hay más que ver en alguna captura de pantalla las texturas y expresiones faciales -sobre todo en el 3, claro-. Las animaciones de los personajes son personalmente uno de los aspectos que más me gustan en este sentido, ya que son muy realistas y ayudan a dar credibilidad a los diálogos y el resto de situaciones en general, en definitiva: son una parte importante de la personalidad de los personajes (ya lo comentaba acerca de The Last of Us). Son de esos títulos en los que te hacen valorar de verdad el trabajo de los actores de captura de movimiento. Para completar el aspecto técnico, la banda sonora también es excelente.

La base jugable de la saga no es nada del otro mundo, a grandes rasgos une plataformas, disparos y aventura. Los fragmentos cinemáticos suelen estar muy bien encajados con el resto jugable, por lo que la inmersión que se logra es excelente. Además de disponer ya de una buena base de ambos aspectos (jugabilidad e inmersión) en el primer título, los dos mejoran sensiblemente a lo largo de la saga, llegando a un punto realmente alto en Uncharted 3. En cuanto a la trama, las tres se revuelven en torno a un misterio arqueológico antiguo que lleva a los protagonistas a diversas localizaciones para desentrañarlo. Y sobre todo en el segundo y tercer título, las relaciones con los secundarios van tomando más fuerza y a pesar de los clichés son interesantes. Quizá lo mejor de los secundarios es cómo están tratados narrativamente: el juego no explica muchas cosas directamente, pero gracias a alusiones y demás el jugador puede deducir gran cantidad de información; es decir, no se recrea en lo que serían obviedades para los personajes por mucho que para el jugador en realidad sean hechos desconocidos en principio.


El equilibrio entre una parte y otra, para mi gusto no está siempre bien llevado. Uncharted: Drake's Fortune (Naughty Dog, 2007) me pareció que estaba demasiado centrado en la acción y, siendo sincero, no me acabó de gustar demasiado. Debido a las comparaciones con la saga clásica Tomb Raider (no el reboot), esperaba un juego en el que la exploración fuese importante, y no es así. Un ambiente de aventura clásica, a lo Indiana Jones y demás está presente sobre todo en la trama, pero el regusto que deja es más el de un shooter en tercera persona con algunas plataformas (muy bien aliñado, sí) pero no es comparable al sentimiento que dejaban aquellos juegos de estar descubriendo por ti mismo secretos ancestrales. Quizá apelo demasiado a la nostalgia al juzgarlo, pero tengo en gran estima a Tomb Raider The Last Revelation (Core Design, 1999) y la crítica me hizo pensar que me encontraría con algo así en este juego.

Ya escarmentado, entré con ganas en Uncharted 2: Among Thieves (Naughty Dog, 2009) y he de reconocer que la experiencia fue mucho mejor. La narrativa está más trabajada y la trama me generó más interés en continuar. Aun así, a ratos sentía que las fases de acción no terminaban nunca y quería tomarme un respiro. La tímida entrada de las mecánicas de sigilo a la fórmula jugable ayudó a paliar en parte esta sensación, pero no fue suficiente, ya que en multitud de ocasiones te veías obligado a la acción pura y dura. Lo que también hay que reconocer es que este título sí me hizo sentir que estaba delante de una película en la que podía controlar al protagonista, con multitud de escenas épicas, localizaciones atractivas y nuevos personajes secundarios que seguían la misma fórmula que el principal: típicos pero con un aire carismático propio.


Para mí, lo mejor de Uncharted es la primera parte de Uncharted 3: Drake's Deception (Naughty Dog, 2011), hasta el viaje a Yemen: la trama empieza muy interesante (como la fase con Drake de pequeño), los momentos de acción y los de exploración y descubrimientos mantienen un ritmo adecuado, alternándose de manera correcta. Pero llegado ese punto, el resto de la aventura es pura acción, sí, hay escenas espectaculares, momentos trepidantes y frenéticos que saben contener la tensión... pero sigue siendo más cercano a las películas de acción que a las de aventuras, que es lo que en el fondo a mí me hubiera gustado. También está muy conseguido el viaje por el desierto, demostrando que el juego sabe transmitir lo que busca sin demasiados recursos distintos. Pero sinceramente, después de esas escenas y hasta el final se me hizo algo aburrido el juego, bastante decepcionante.


Aunque me haya basado en remarcar lo que menos me gusta de la saga (quizá por dar un aire diferente a la reseña), no son para nada juegos malos, ya lo he comentado desde el principio, son muy buenos en lo que hacen, pero las expectativas me jugaron una mala pasada en el primero. Y en los dos siguientes el problema que les encuentro es únicamente el ritmo, pero quiero aclarar que no un ritmo que yo me inventara, es decir, ideal para mí, si no un ritmo que los propios juegos muestran y luego cambian. Eso sí, para todo aquel al que la acción no le sobre en este tipo de juegos, aunque a estas alturas resulta algo tonto recomendar la saga (quizá para los que no tuvieran PS3 y ahora sí tengan PS4)... que no lo dude, tienen mucho que ofrecer.

4 comentarios:

  1. Yo sólo he probado el primero y me pasó como a ti. Esperaba explorar y me encontré con un escenario completamente lineal. A los 10 minutos lo dejé para jugar a Gran Turismo...

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    1. Pues sí, la sensación de que no podía hacer otra cosa que ir hacia delante dando tiros me echó para atrás un tiempo. Pero ya digo que en global estoy contento de haberle dado otra oportunidad a la saga, aunque el primero no sea nada del otro mundo.

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  2. Eres responsable de que ahora tenga 40 euros menos en mi cuenta y menos espacio en la consola
    ^_^
    Ya te diré qué me parece

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    1. ¡Qué responsabilidad! :P
      Por cierto, viendo los avances de Uncharted 4, tiene muy buena pinta.

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