viernes, 9 de febrero de 2018

Sitges 2017 (V): jueves 12 de octubre


Un día en el que solo vi un par de películas, afortunadamente por el cansancio acumulado se iba notando. Aprovecho esta entrada más corta para hablar de otras cosas que había para ver en el festival.

Por ejemplo, la exposición de ilustraciones de temática Lovecraftiana de los artistas Joseph Díaz y Guillem H. Pongiluppi. Una única sala del Palau Maricel, pero provista de varios ejemplos de la obra de los artistas, con arte conceptual y algunos cuadros impresionantes. Podéis visitar su web profesional conjunta, GhostSolid, para ver más muestras de su trabajo o los anteriores enlaces personales.

Otra de las actividades eran los cortos de VR, con mayor presencia que en 2016. Había dos lugares donde poder verlos y muchos participaban en una competición para incentivar algo la industria incipiente.

Entre el miércoles y el jueves pude ver varios en el espacio Samsung Sitges Cocoon, en el Palau Miramar. Había que coger tickets desde bien temprano para franjas de media hora durante todo el día, y si no tenías podías esperar a ver si quedaba algún hueco libre, aunque estaba lleno casi siempre. Creo que en total estuve durante unas 5 franjas y en su mayoría tenías tiempo de ver entre 2 y 4 cortos, aunque también había unos más largos.

En cuanto a los cortos destacaré que el primero que vi me hizo cierta gracia supongo que por el simple hecho de ser eso, el primero que veía. Ocupabas una posición estática en varios puntos de una ciudad coreana y jugaba con la tensión de no saber qué iba a suceder exactamente ni por dónde iba a venir, con buen uso de los efectos de sonido. Además destacaré tres, los dos primeros algo más largos que el resto.


Melita fue probablemente el que más me gustó. Una científica trabaja en una base junto a una IA buscando un planeta que los humanos puedan habitar. Además de un mensaje ecologista, la trama se centra en la relación que establecen la mujer y la IA. Muy interesante.

MIYUBI es la historia que ya nos han contado otras veces que habla del impacto de los juguetes en la vida de los niños y su familia, pero en este caso nos pone en el punto de vista del juguete nuevo. En Miyubi observamos desde la perspectiva de un robot inteligente de los ochenta cómo pasamos de ser el centro de atención a ser abandonados. Todo aderezado con las notas de humor y confesiones de los distintos miembros de la familia.

Reawakening of memories, aunque no ofrece una visión de 360º como el resto, el juego de llevar unas gafas y la visión en primera persona queda muy bien integrado en la trama. En el corto unos investigadores se introducen gracias a unas máquinas en los recuerdos de varias personas para investigar un X, así que el espectador presencia esas imágenes como lo haría la persona de dicho mundo.



Before we Vanish

Narumi y Shinji son un matrimonio que no pasa por un buen momento. Un día Shinji desaparece y regresa al poco tiempo, pero se comporta de manera muy distinta.

La trama es algo errática y las reacciones de algunos personajes llevan a algunas escenas exageradas o surrealistas que chocan bastante con una visión poco acostumbrada a su director. Para quien no entre en su juego seguramente se le hará una película larga pesada e incluso tonta. Sin embargo, a mí me gustó. No me ha chirriado para nada como lo hizo Creepy, y he podido disfrutar de todo lo positivo que vi en esta última.

El mensaje me llegó con una fuerza que nace de la extrañeza que te produce la película desde los primeros compases, de ver una ciudad viva, con gente con una lógica peculiar y errática, pero viva al fin y al cabo. Todo gracias a una fotografía que permite recrearse en el excelente trabajo de los actores, desde principales hasta figurantes —me sigue pareciendo impresionante la manera en que maneja las multitudes—; y la potencia de algunos detalles de la trama, que sabe reforzar sobre todo al final.



Blade of the Immortal

Basada en el manga del mismo nombre, de Hiroaki Samura, cubre los dos primeros arcos argumentales del mismo. Ambientada en el shogunato Tokugawa, la película narra la historia de Manji, un samurái maldito con la inmortalidad después de cobrarse venganza derrotando a una banda, y Rin, una chica que le pide que sea su guardaespaldas mucho tiempo después.

Varios salimos de la sala pensando en que estaba muy bien la película, pero que le faltaba algo, que "no era muy Miike". Y me sigue pareciendo el mejor resumen. Es una película de samuráis bien hecha, con una trama sencilla pero absorbente, con combates espectaculares tanto multitudinarios como 1 contra 1 y repletos de sangre,... Pero le falta algo más para destacar. Los enemigos a los que se enfrenta Manji en solitario son peculiares y ayudan a darle un tono más personal a la película, pero esta termina sustentándose básicamente en eso y la crudeza con la que está relatada.


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