Phoenix Wrigth: Ace Attorney - Dual Destinies (Capcom, 2013) es la quinta entrega de la saga principal, dejando de lado los dos Ace Attorney Investigations: Miles Edgeworth y el Phoenix vs Layton (del que también espero hacer una reseña). Tengo que mencionar el lamentable hecho de que nos haya llegado sólo en digital y en inglés a Europa, pero supongo que las ventas anteriores no han ayudado a la saga. Por esto precisamente no entiendo a la gente que se niega sistemáticamente a comprar un juego en inglés (no por desconocer el idioma, me refiero) para no apoyar a la compañía, ya que al final no llegarán ni siquiera así. Si realmente te gusta el juego lo comprarás, y buscarás otras maneras de formular una queja más constructiva que pueda llegar a oídos de la compañía.
Para quien aún no lo sepa, la saga se originó el 2001 en Game Boy Advance y alterna mecáncias propias de las novelas visuales y del género de las aventuras gráficas; incluyendo una cantidad de texto importante y pequeños puzles en forma de descubrir detalles del escenario o de presentar las pruebas adecuadas en el transcurso de los juicios mientras tratamos de demostrar la inocencia de nuestro cliente. Esta entrega mantiene pocas de las innovaciones de Apollo Justice (Capcom, 2007), que quiso destacarse del resto por ser el primer título desarrolado para Nintendo DS. En concreto, desecha la mayor parte de las referentes a la investigación:
revisar minuciosamente los objetos, ayudarse del luminol, etc.; y al desaparecer vuelven la investigación mucho menos interactiva.
Un punto muy a favor del título es la variación del personaje protagonista y
su acompañante en los distintos casos que ofrece. Supongo que a mucha gente no
le acabó de gustar Apollo y la relegación de Phoenix en Gyakuten 4, así que aquí
se ha optado por difuminar esto. La protagonista del juego es Athena Cykes, la
nueva incorporación de la agencia, pero Apollo también tiene un importante peso
en la trama. Y curiosamente con Phoenix no resulta así, pero sí mantiene una posición central en el título, ya que es a su alrededor donde orbitan el resto de personajes; además, la alternancia se ha conseguido de
forma muy natural.
Athena en los casos suele hacer de acompañante, pero sus aportaciones son
sustanciales y se desenvuelve con una visión muy particular de cómo abordar la defensa. Y el ir alternando entre Phoenix y Apollo aporta algo de frescura
al desarrollo. Me gusta especialmente que se haya conservado el poder del
brazalete de Apollo e incluso la magatama de Phoenix, pero sobre todo que el
nuevo poder de Athena trate de ser algo diferente, que en el juego no llega a
dar mucho de sí, pero es muy interesante.
El poder de Athena consiste en descubrir sentimientos disonantes en los testimonios. |
El punto flaco del juego ha sido para mí la dificultad: quizá es porque
hacía ya bastantes años que jugué el resto de juegos de la saga, pero recuerdo
haber tenido que comerme bastante la cabeza en algunos casos. En este título no
ha sido así, al contrario, me he equivocado poquísimas veces y sólo he estado
completamente perdido una vez (y porque dejé un capítulo a medias durante un
tiempo). Los personajes guían mucho al jugador, y en general las soluciones me han resultado
más previsibles que en otros juegos. Aunque al mismo tiempo esto tiene una parte
buena: resulta difícil quedarte encallado, también gracias a un nuevo sistema
de notas que te indica qué falta por revisar. Eso sí, los casos siguen manteniendo sus señas de identidad: testigos estrambóticos,
contradicciones a descubrir, revelaciones estrafalarias en mitad de los juicios
y un énfasis en buscar la vuelta de tuerca a las líneas de pensamiento. Pero ya
digo, menos sorprendentes en general.
A simple vista parece haber pistas... ¿Serán demasiado obvias? |
Los casos individualmente son algo más flojos, pero esto va en favor
de mayor sustancia en la trama principal que los une. Ésta se desarrolla de una
manera similar a las de las anteriores entregas, pero al centrarse más en los
protagonistas jugables y no sólo en el fiscal y el acompañante -como solía suceder-,
consigue llegar mejor al jugador. Porque no negaré que Maya o Trucy sean buenos
personajes -aunque Trucy me cansaba un poco-, pero la integración de Apollo
y Athena se siente más viva que en los anteriores casos.
El fiscal Blackquill es bastante carismático y además su temperamento ayuda a
agilizar los momentos más pesados del juego, ya que no se anda con chiquitas. Y le rodea un velo de misterio que ayuda a motivar el interés del jugador por seguir adelante, ya que es otra de las piezas clave de la narración. Como siempre, la ya mencionada trama rincipal alude sobre todo al pasado de
todos los protagonistas, desvelando por momentos personas muy humanas y
conflictos internos serios y contundentes.
Sí, esto es un testigo... testificando. |
Al principio se me hizo algo pesado tanta insistencia en "la era oscura
de la ley", porque me sonaba muy repetitivo y porque veía
exagerados otros aspectos e incluso inverosímiles o demasiado surrealistas para la saga (que
ya ofrece buenas dosis de ello normalmente). Afortunadamente, al final esas pequeñas
cosas se resolvían de una manera bastante adecuada o tenían una importancia
mínima, por lo que mi percepción global ha mejorado bastante.
Personalmente, las animaciones tipo anime (valga la redundancia) no me han
gustado. A mi modo de ver no casan demasiado bien con el resto del apartado
artístico y gráfico del juego, que sí me parece notable. Además, los
movimientos e intervenciones -dobladas- en las susodichas animaciones podrían haber sido mejores. Estas
escenas consiguen apoyar los momentos de fanservice, que el título los tiene y
son una gozada para los seguidores, pero pienso que podrían haberlo hecho de
otro modo.
Sí, están bien hechas, pero no sé... |
La música se mantiene en el estilo de la saga, pero en esta ocasión viene de
la mano del gran Noriyuki Iwadare -que yo siempre recordaré sobre todo por
Grandia II (Game Arts, 2000)- y algunos temas nuevos -como el del poder de Athena- y remixes de
los clásicos destacan por encima del resto; en un apartado que en toda la saga
ha sabido funcionar muy bien. Por otro lado se sigue manteniendo la opción de introducir ciertos comandos por voz, así que podemos seguir gritando Objection y el resto de frases míticas a la consola.
Resumiendo, aunque tampoco haya querido ahondar mucho en los detalles de la
trama y los personajes, esta entrega está a la altura de la saga aunque flojee
en algunos aspectos. Los casos y la historia no son tan originales pero se hace
muy llevadera. Para mí ha vuelto a ser uno de esos juegos que cuesta dejar de
jugar porque estás siempre a la expectativa de que se confirmen o no tus
sospechas.
Pues nada, yo voy a juego cada año y medio o así. En verano me pasé el Apolo, así que lo mismo este verano le vuelve a tocar ahora con el dual destinies. Es una saga tan propia, que hace que merezca la pena siempre jugarla al no tener sustituto.
ResponderEliminarEso sí, a mi me gusta poco a poco, tampoco saturarme de juicios. Cuando cojo uno me hago un juicio y dejo intervalos de semana o un par de semana entre casos.
Pues también es una buena idea tomárselo con calma... ¡Pero yo siempre acabo demasiado enganchado cuando empiezo uno de los juegos!
EliminarLo jugué hace poco y lo cierto es que en general creo que es una buena secuela de Phoenix Wright. Aunque he de confesar que me pudo un poco la nostalgia así que no pude ser muy crítica. Quizás tengas razón con lo de la dificultad, pero en general no recuerdo haber tenido muchos problemas con los anteriores.
ResponderEliminarSaludos.
¡Hola! Es que el juego ayuda a que sí ya te gusta la saga éste te acabe gustando, la verdad. Vaya, yo en los anteriores casi siempre me quedaba encallado en alguna parte (aunque a veces era por buscar la conclusión buena pero sin seguir los pasos lógicos que quería el juego...), por eso me ha dado esa sensación.
Eliminar¡Saludos!