viernes, 28 de mayo de 2021

Resumen 2020 (II): videojuegos I

Y voy a seguir con este resumen con algunos videojuegos (más vale tarde que nunca, ¿no?).

Final Fantasy VII Remake (PS4)

Hacía mucho tiempo que no me compraba un juego de lanzamiento. Tengo la sensación de que esta frase la digo de vez en cuando, pero es cierto, para todo lo que me gustaría jugar algo en el momento en que sale, para poder participar de la conversación, por ejemplo, no lo hago a menudo porque hay que ser realistas con las posibilidades (con lo que me gustaría estar jugando al remake de Demon's Souls en PS5 ahora mismo... pero ya llegará).

FFVII es uno de mis juegos favoritos (no se puede ser original siempre), seguramente ya haya escrito sobre esto por aquí en algún momento. Como para muchos, fue un punto de inflexión en la vida jugona, que me mostró que podía haber historias emocionantes y retos más estratégicos que de reflejos en los videojuegos. Será un tópico, pero sus personajes me acompañarán siempre.

La mera idea del remake de este juego estuvo presente desde que esta tendencia se hizo moda: es un juego querido por muchísima gente, pero que visualmente es torpe, ya que se desarrolló en los primeros compases de las 3D (cuando se estaban generalizando, más bien, en 1997), y también está el problema de lo confusa que se presenta por momentos la historia (a lo que se sumó la pobre traducción), aún sigo sin comprender cómo entendimos la mayoría de elementos de la trama en su día (¿quizá porque me pasé el juego 3 o 4 veces casi seguidas?). En ambos aspectos el juego requería de esfuerzo por parte del jugador para rellenar huecos o recomponer piezas. En definitiva, tenía todos los ingredientes para ser carne de remake.

Y el anuncio llegó. Y la emoción se fundió inevitablemente con el miedo. Siempre que pensaba en el juego sentía eso. La emoción de poder volver a vivir con los personajes de nuevo, mezclada con el temor de todo lo que podía salir mal en un proyecto de estas características. La estructura en partes sonaba mal, pero al mismo tiempo era muy difícil pedir un juego completo de la envergadura de FFVII como una entrega única, teniendo en cuenta los costosos que son los desarrollos triple A hoy día.

Probé la demo para tratar de decidirme en comprarlo de salida o no. Ya había visto imágenes, pero contemplar en movimiento la escena inicial fue un acontecimiento. Llegar al final del primer reactor mako y enfrentarse al escorpión, con la remezcla de la música de jefes fue un subidón. No tuve muchas más dudas. Y casi sin darme cuenta, en plena pandemia mundial, el juego llegó a mi casa en la fecha de salida. Me lo tomé con toda la calma que pude, quería saborearlo y no quemarlo; aunque fue bastante difícil.

Por mucho cariño que le tenga al original, los personajes eran bastante caricaturescos, el jugador tenía que poner mucho de su parte para rellenar los huecos y otorgarles una mayor dimensión (por pura limitación técnica); igual que comentaba con la historia. En el remake, cada pequeño gesto de los personajes principales está lleno de contenido, no hay que hacer saltos: son todo lo que pensamos que eran en su momento, solo que ahora a base de puro contenido.

No había jugado un sistema de combate en un RPG tan entretenido desde Dragon's Dogma, digo esta frase después de haber pensado mucho en ello y no sabría cuál de los dos poner delante en tema de favoritos del género. Es evidente que este sigue la estela de FFXV, pero resuelve toda la confusión que generaba aquel y le aporta capas de estrategia que te hacen estar pensando constantemente; por mucho que superficialmente pueda parecer más un action-RPG, nada de eso. Lo leí en su momento y es totalmente cierto: el sistema de combate de FFVII Remake, bajo esa superficie de acción, mantiene las sensaciones del combate por turnos original. Aprovechar debilidades, 

Gracias a lo divertido que es el combate no me aburrí e las secundarias anodinas (que las hay), ni tratando de completar el juego al 100%. No lo rejugué enseguida porque cuando salga la parte 2 (como quiera llamarse), me apetece darle otra vuelta y, si me veo con ganas, en el mayor nivel de dificultad.

El aspecto gráfico también se comentó en su día: visualmente hay dos juegos, no hay más que comparar el diseño de cualquiera de los protagonistas con el del primer transeúnte que te encuentres (y los mismo con algunos escenarios según su relevancia). Al principio puede generar algo de extrañeza, pero acabas acostumbrándote, y se entiende que por limitaciones técnicas sería complicado mantener el nivel de los protagonistas en todo momento, y tal vez sea mejor aprovechar el músculo gráfico cuando se puede a haberlo rebajado todo a un mismo nivel intermedio. Supongo que ya va más a gustos.

Y para acabar me falta comentar un poco el tema del final. Después de un año creo que puedo comentarlo un poco sin miedo, pero quien no quiera que no lea este párrafo. Siempre que se hace una adaptación de un medio a otro, soy partidario de que no sea una reproducción 1:1 (porque, además de que es imposible entre medios distintos, si quiero consumir la obra original siempre la tendré a mano, nadie me va a impedir volver a ella), me parecen más estimulantes las historias nuevas que usan la ambientación y personajes de origen. Por eso estoy muy a tope con la posibilidad de que esta versión de FFVII sea una nueva visión, como anticipa el final (y me encanta el recurso de los ¿susurros se llamaban?, que personifican a los fans de la saga... Ese toque meta me ganó, la verdad). Además, posteriormente se anunció que en el futuro saldrá una versión para móviles que sí se mantendrá fiel al original pero con gráficos actualizados, así que parece que habrá opciones para todos... No veo por qué podría quejarme.


Paradise Killer (Switch/Steam)

Se ha cometido el mayor crimen posible y solo la "investigation freak" puede resolverlo, por este motivo, regresas del exilio para encontrar pruebas, interrogar sospechosos y desentrañar el misterio... O simplemente darte una vuelta por el paraíso y charlar con viejos conocidos, ¿es tan importante la investigación?

Iré directo al grano: lo verdaderamente interesante de este título es cómo aborda el concepto de verdad y hecho. Desde el principio el jugador tiene la posibilidad de acceder al final del juego y señalar al culpable que considere... Y el juego no te juzga, no hay un final canónicamente bueno, porque el final al que llegues dependerá de tus actos, de hasta dónde quieras llegar y de cuándo decidas plantarte.

Por eso me ha gustado tanto, porque es el primer juego de investigación que me ha hecho sentir el peso de la responsabilidad de investigar. El clic vino al ser consciente de que de mi investigación dependía el destino de los personajes, que mi interpretación de las pruebas y testimonios era relevante, y que el propio acto de encontrar pruebas aportaba algo y al contrario: sentir que tal vez estaba dejándome algo crucial por descubrir me hacía sentir en tensión, incómodo. 

La mayoría de juegos de investigación están programados para que hasta que no tengas toda la información necesaria de una parte concreta no puedas avanzar a la siguiente, o las conexiones entre pruebas y testimonios se reflejan directamente en el menú o la agenda que tenga a bien mostrar el juego en cuestión (tenemos excepciones, claro, como el genial Return of the Obra Dinn). Al romper con esto, te sientes un verdadero investigador.

Este sentimiento, a su vez, se apoya muchísimo en los personajes: que te caigan bien o mal puede hacer que subjetivices el proceso más de la cuenta (el debate en torno a si existe lo objetivo puro o no también es parte del juego), es decir, tú decides qué conocimientos pones en manos del juez: ¿vas a decir todo lo que sabes? ¿Quieres cargar la culpa a alguien que no creas que sea culpable porque opinas que se lo merece por otros motivos?

Y no puedo mencionar los personajes sin hablar un poco de la estética del juego. Porque si la concepción de la investigación ya es original, no sé qué palabra emplear para describir el diseño artístico. Kistch, sobrecargado, colorido, sorprendente; con pasión por los contrastes. Todo ello podría servir. Y no solo se refleja en lo puramente audiovisual, sino que también va acorde con las concepción del mundo: resulta interesantísimo explorar la isla e investigar porque desgranar los secretos del worldbuilding y el pasado de los personajes es una gran recompensa en sí misma.

Aunque es de aquellos títulos en los que está bien tomar notas, no es indispensable porque el sistema se estructura de una manera inteligente y cómoda, al agrupar archivos de casos por investigar y personajes, y todas las pruebas (tanto físicas como extraídas de testimonios) se asocian a cada uno de ellos.

Jugué de manera bastante compulsiva al juego durante unos días por eso mismo, porque no quería perderme ni un solo retazo de información, quería agotarlo todo para descubrir la "Verdad" que considero que subyace en la historia que narra el juego. Sin embargo, ¿es mi resultado mejor por ello que cualquier otro? Me parece que, simplemente abrir el debate ya es un logro del juego, y es una vía que me encantaría explorar en otros títulos.


Overcooked 1 y 2 (varias plataformas)

Aquí voy a ser breve. Encontré este juego para matar el gusanillo del multijugador en línea, y me sorprendió gratamente. De hecho, jugamos durante el confinamiento al 2 en Steam, y cuando ya podíamos reunirnos me hice con el 1 para switch, para poder juagar en multijugador local.

Un juego que bebe de Diner Dash y otros del estilo, pero que les da la vuelta a todos ellos gracias a la simple premisa al modo multijugador cooperativo. Nos van entrando encargos que debemos cocinar con todo lo que ello conlleva: tener las verduras cortadas, los platos limpios donde poder poner la comida... Poco a poco se va convirtiendo en un juego frenético en el que si no te coordinas bien con el resto de personas es imposible dar a basto. Además, sobre todo en la segunda entrega, las pantallas cada vez se vuelven más caóticas, con escenarios surrealistas que complican los procesos continuamente (si cocinar sobre varios camiones que se van juntando y separando en una carretera ya os parece loco esperad a ver más...).

Lo dicho, muy recomendable para lo que propone. En teoría se puede jugar en solitario, pero no es su mejor baza, y creo que es hasta más estresante... Brilla de 2 a 4. Eso sí, cuidado con la competitividad y las broncas, que la risa esté por encima de todo, como cuando quieres lanzar la hamburguesa cocinada al plato que sostiene tu ayudante y lo lanzas a la basura... Cosas que pasan en las mejores cocinas.


Y al final voy a separar esta sección porque me estaba quedando demasiado larga... ¡Nos vemos en la siguiente! (que no tardará tanto como esta ^^U)

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